...en un mundo que no era color de rosa...

alguien de cual amor era oscuro y para siempre...
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Como una hoja llena de guerras, como una letra llena de llanto, aún me suele arrastrar la angustia, pero mis letras llenan este espacio entre esa tristeza que sólo aquí habitará para siempre...

jueves, 3 de enero de 2013








El ser humano reacciona de acuerdo a como lo hacen sentir . . . 

¿Será correcto?


Hace poco hablaba con un amigo al respecto. El me decía "aunque pierdas la batalla, aún puedes vencer la guerra". Yo le dije: "¿Podré ganarla será igual que Merezco ganarla? quiza yo no debo pelear en esta guerra, quiza con perder la batalla, quiere decir algo, quiere decir que no soy para esta guerra... yo ya jugué todas mis cartas, YO YA NO SE QUE MÁS HACER por eso me alejo de la zona de batalla, ya decidí no enfrentar...

Que fue lo que sucedió, durante estos años... pues vale la pena dejar de culparse y de avergonzarse de los errores y expresar lo que realmente uno es, siempre me he caracterizado por ser franca y transparente, a veces demasiado, pero en temas sentimentales siempre tuve mucho cuidado, pero como comence este post... reaccionamos de acuerdo a lo que sentimos, y yo? yo ya no se que debo sentir.

Cuando tenía 17 años, comencé a salir con el entorno que más me atraía alguien sumamente como yo, un artista empedernido, amante de la música y cantante, rebelde e irreverente, apasionado, escritor, sensible, etc. Fue una etapa muy bonita, con altibajos pero de todo se aprende, conocí mucha gente y al fin tuve una relación que duró poco, pero la recuerdo.. porque tu primer amor siempre estará grabado en tu memoria. Como todo rompimiento, siempre es doloroso. Vivir esos años en ese entorno fue divertido, mucha adrenalina mucha pasión y mucha diversión. Conciertos de rock, caminar por el borde de las casas, el peligro y esas cosas que uno cuando es joven quiere experimentar. Al poco tiempo alguien más ganó mi corazón. Yo ya era una estudiante de Diseño, estaba comenzando una nueva vida lejos de mi entorno acostumbrado. Tenía más amigos y conocí mucha gente del sur de Lima. Él derepente se apareció como aquel chico rudo, amante del peligro, valiente, empedernido. Practica deportes extremos DOWNHILL, hijo de un coronel de la FAP, y entre muchos atributos que una chica como yo siempre habían buscado fisicos e intelectuales, el que más me impulsó a aceptarlo fue.. que tenía 19 años y Yo sería la primera chica que entregaría su corazón. Fue algo bien bonito, duró más que el anterior y hasta hace poco vernos despues de años, y vernos cambiados y maduros y solteros, sonreímos y recordamos esas épocas. Por supuesto se terminó, y ambos sufrimos mucho, por años siempre lo recordé y él me dice que tmb le sucedió lo mismo...
Siempre salí con chicos "locos" graciosos, deportistas, sociables, chicos fuertes, valientes, decididos, pero siempre "fuera de lo común" escritores, pintores, músicos, siempre me relacioné con gente de ese estilo (propio) y quienes no les interesaba "el que dirán¨. Creo que por el mismo ambiente donde yo estaba era mas fácil hallar a gente así. Hasta de repente conocí a alguien sumamente contrario a lo q yo estaba acotumbrada. De entre todos, él era alguien distinto, muy preocupado por todo lo que demuestre a los demás, cerrado, estudiaba medicina en la de Lima y se iba a Chile a hacer una especialización. No olvidaré cuando se fué y esperaba a que yo se lo impidiera, pero realmente... si lo quería, pero debía cumplir sus sueños y yo era de esas chicas llenas de ilusiones y emociones fuertes, que no estaba dispuesta a "atarme" a alguien todavía como para aceptar cambiar el rumbo de mi vida, por viajar con él o hacer de que a los 20 años yo pretenda pensar en casarme e irme. Terminamos y fue triste, pero necesario. Luego de esa ruptura, mis interior comenzó a crecer y madurar. Dejé de tener ese "prototipo" que todas tenemos cuando somos chicas, salía con muchos chicos muy interesantes cada uno con su particularidad, pero lo mío no era "no encontrar al indicado" mi problema era "miedo al compromiso". Cada que alguien finalmente estaba por ganarse mi corazón, automaticamente se levantaba la barrera de protección y se lo decía. Sin querer, hice daño a personas buenas, y lo lamento, lamento haber herido buenos corazones e intensiones por protegerme a mi misma e indirectamente protegerlos a largo plazo a ellos. Lamenté muchas veces y esa culpabilidad hicieron que me equivoque y vaya hacia el rumbo equivocado... 
Mi vida dió un vuelco de 360 gradod de repente tuve un cargo muy importante y gané más de lo que pensaba. Tuve otro círculo social muy diferente, muy libre, y personas que (al igual que yo) no quería comprometerse con nada. Era más fácil, estar donde "ninguno saliera herido". Conocí hombres muy geniales, atrayentes, inteligentes. Ese año fue de mucho aprendizaje, nuevamente tuve un prototipo ideal de novio. No seº!ºP!:¡¡??!?ç cómo!??!?¡! Pero los hallaba. Finalmente, él me demostró que me quería. Hubo bastante tiempo juntos. Su carro siempre estaba en la universidad a  la salida, y en mi casa al traerme. Hizo mucho de lo que yo esperaba que hicieran por mí al conquistarme, toda la cursileria que una chica de 23 años engreida quisiera. Fue divertido "J", pero yo no quería compromisos... y èl estaba dispuesto a esperarme, no se hacía ningún problema con ello. Yo viajaba mucho, salía mucho, tenía mucha mucha vida social y con mi nuevo cícurlo de amigas solteras, con sueldos altos y divertidas, yo no podía pedirle más a la vida. Eramos lindas chicas solas con todo lo que queríamos. Conocí otros chicos a parte de 'j" MUY PARECIDOS, de esa misma posición o quizás mas mucho más alta. Inivitaciones a lugares que me encantaban, eventos en sitios q solo veía en televisión, y muchas otras cosas que siempre quice. Yo siempre tuve a Dios en mi corazón. Siempre supe que era lo correcto y donde debía terminar. Pero era ese miedo a no sentir esa alegría que vivía con todo esto, que no me animaba a darle la oportunidad al circulo social de la iglesia. Siempre me dijeron q debería tener más tiempo invertido en jovenes de la iglesia que afuera de ella. Pero yo era tan feliz, lo tenía todo. Todo lo que yo de niña soñaba vivir cuando sea grande y veía en la televisión , eso lo vivía en esos momentos y yo no estaba dispuesta a dejarlo... no sólo por lo q bien que estaba, sino, porque sabía que en la iglesia yo no era "LA" chica que era para el circulo donde estaba. Como una vez dije: La felicidad es distinta para cada uno, y en ese momento yo era feliz... era lo que quería vivir allí y eso era todo. No pensaba en tener una familia todavía ni un matrimonio. Tenía 23 años, una carrera perfecta, un trabajo perfecto y mucho futuro por delante. No me faltaba nada, lo tenía todo lo que una chica de mi edad necesitaría. Todos me decian: eres muy joven para atarte, eres linda,carismática, tienes mucho potencial, viaja conoce, VIVE!! DISFRUTA TU JUVENTUD!!etc..etc.. 
Quiza no debí escucharlos, pero en su momento, eso aumentó mi ego y mis seguridad de mí misma hizo de que suba más y más donde me encontraba. 

Justo cuando menos me lo esperaba, decidí simplemente cansarme de eso. Decidí recomenzar a estudiar, y cambiar todo.  Me mudé a san isidro, cambie de horario y circulo social. Todo recomenzó y junto con ello, también mis ganas de hallar mi verdadero yo. Comencé a asistir mucho más a la iglesia, pasar más tiempo social en la iglesia. Conocí a muchos jóvenes excelentes, uno tras otro con virtudes grandes. Nunca creí que luego de tantos años, como obra del destino, me reencontre con aquel chico que fui su primera novia... ya teníamos casi 25 años y eramos otras personas, él un éxitoso jefe de sistemas en el BCP, con el carro que soñaba comprar, yo una loca diseñadora amante de los viajes e independiente. Fue una linda experiencia volver a reencontrarnos ambos con nuestras vidas que soñamos, pero solitarios. No habíamos hallado el amor y por lo visto, él buscaba lo mismo. Yo acepté salir, el cariño de ambos era mutuo y muy lindo, sin embargo el mundo se habia encargado de darnos nuestra ración de cicatrices profundas. Él me decía que ya planeaba tener un noviazgo serio, su vida tenia estabilidad. Yo había decidido lo mismo. Cuando le mencioné sobre la iglesia, él estaba tan seguro de su creencias y sus pasos que no demoró en sustentarme su "no cambio" de religión. Católico de nacimiento, no toma ni fuma (porque hace deportes extremos) buen chico, pero nada lo haría cambiar de parecer. Fue una pena, y una desilusión, pero con mucho cariño le dije q seríamos amigos. Fue algo que le dolió un poco, pero yo estaba decidida a no cometer mas errores... debia estar en la iglesia.

Ese fin de año oré mucho y le pedí a Dios de que me guiara correctamente. Tuve la suerte de que al poco tiempo lo hizo. Conocí a alguien dentro de la iglesia, fue como algo mágico, ambos nos agradamos y al poco tiempo ya eramos los amigos de toda la vida. No niego que me ilusioné, y lo mejor de todo era que fue correspondido. Fueron los meses más bonitos que había tenido en años. Cuando finalmente decidió empezar una relación, me hizo muy feliz. Todo era color de rosa, espiritual hasta el tuétano, yo siempre en la noche recordaba todo lo que dejaría atras una vez que decidiera casarme. Lo pensé mil veces. Pero cada que iba a la iglesia, me sentía más segura de que era el camino correcto... ¿pero el hombre correcto? eso me tenía algo abrumada. Los meses pasaron y junto con ellos pruebas y felicidad, hasta que llegó el momento donde debía decidir, y sentí muy adentro que no estaba lista. Necesitaba más tiempo. Mi corazón sentía que debía aguardar algo, NO SE que, pero al decidir aguardar sentí una paz... todo se fue deteriorando desde ahí hasta que finalmente se temrinó. Fue la primera vez que habia tenido en mi vida alguien que me había hecho pensar en dejarlo todo y decidir casarme en el templo. Alguien todo lo contrario a lo que era yo: Callado, antisocial, estricto, serio, cuadriculado y aburrido, extremadamente espiritual... de gran corazón. Me dolió como nada, pero cuando las cosas no iban, simplemente no iban. Me causó tanto daño que decidí por un momento regresar al lado seguro, al lado donde todo era felicidad temporal, pero al menos felicidad. Estaba deprimida y destruida como nadie. No falto mucho tiempo para reencontrar a quien ya me había dicho hacía pocos meses que "esperaría cuanto fuera necesario" por mi. Me buscó, salimos y todo inició de nuevo. Solo que esta vez, yo ya había sentido que era lo correcto, y él por más seguridades que me demostraba, no tenía la mira de casarse (como yo cuando nos conocimos). Después de todo, yo aún no olvidaba lo que había sucedido, y con este nuevo comienzo no lo haría. Cuando se lo dije, me dijo: No te va a faltar nada, yo te esperaré todo lo que necesites, si estas conmigo yo te daré todo lo que necesites. Tú necesitas a alguien como yo, que te de seguridades. Mi departamento esta cerca a tu universidad, yo pagaré todo lo que te falte. Mi papá me ascenderá pronto y tendremos más tiempo para nosotros. Me comenzó a hablar de tantas cosas, mientras en mi mente pasaban escenas de una familia en el templo, que " J" no queria todavia,no estaba dispuesto a rendirse, me decía que mi ex no era para mí, que solo de Dios no vive el hombre. Yo estaba en una encrusijada. Podía simplemente acceder a sus propuestas, pero era volver al pensamiento que ya habia dejado antes... y mi visión y era casarme en el templo, esa visión me la habia instalado y no la sacaría por ningún chico rico que pretendía darme todas las comodidades y sueños. Le dije que NO. Nuevamente, algo roto... haber subido a los más alto y de repente todo se me cayó en solo semanas. Me dolía mucho tantas situaciones encontradas y rotas. Perdí en todo, tome malas desiciones tal vez, herí y fui herida. Pedí mal y todo me fue dado, decidí estar sola y solo arrepentirme de todo y volver a comenzar. La iglesia fue un gran consuelo y guía. Solo decidi salir con chicos de la iglesia y no esperar que me ofrecieran nada de lo que ya me había ofrecido antes, simplemente no esperar nada más que la seguridad de una familia eterna. Supongo que eso es lo que todas las jóvenes deberían pensar no? Pero para mí era algo nuevo. Conocí a muchos chicos buenos, con esa meta. Los meses dentro de la iglesia y esforzarme por ser la persona ideal para alguien que me amara y no sentir esa duda de casarme. Esta vez si lo haría. Pronto en meses senti el amor del señor, el servicio a los demás y obedecer todo lo que el señor indicaba me trajo la felicidad que buscaba, mucho más grande que la que pocos años antes "soñaba", siento que trabajar en la obra del señor y hacer lo que hizo él, es lo que más me hace feliz, y quiero hacer toda la vida y para siempre. ¿quién será para mi? pensaba y pronto una carta me dió la respuesta... debe ser un digno hombre del señor (gracias geraldine) y es lo que más anhelo en la vida, y ahora me esfuerzo por ser digna de él....

Leía un párrafo de un buen libro que me impactó:

No debes añorar algo inexistente, esa es la premisa de la que debes partir. Tienes la obligación, el deber y el poder para contigo mismo de empezar de nuevo. Arranca de cero, siéntete un triunfador por tener las fuerzas y las agallas para ello, recuerda siempre que ahora tienes a tu favor que sabes lo que NO QUIERES para ti.

‎"De que te sirve que te endulcen los oidos si te amargan la vida" 

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QUÉ SI YO AMO?

El verdadero amor no se busca, no se espera, no se lo ve a lo lejos venir, simplemente llega, en un momento inesperado, en un abrir y cerrar de ojos, ese amor que creíamos que nunca iba a llegar esta a nuestro lado, aferrado a nuestras manos, y a nuestros labios, ese amor es el que no hay que dejar ir, el que hay que cuidar, no existe nada que pueda combatir a un amor verdadero, ni el tiempo logra hacer que tu corazón deje de sentir lo que siente, de hecho, el tiempo te hace amar aún más. Sólo una vez en tu vida, encuentras a alguien que cambia tu mundo por completo. Le dices cosas que nunca antes le habías dicho a alguien. Comparten esperanzas para un futuro, sueños que nunca se harán realidad, logros que nunca se cumplieron y muchas decepciones que la vida les dejó. No te avergüenzas de llorar juntos cuando sufre, o reír a su lado cuando hace el ridículo. Nunca lastimas sus sentimientos, sino que le fortaleces y le muestras las cosas que le hacen especial. Los colores se ven más brillantes. La risa forma a ser parte de la vida cotidiana, donde antes era poco frecuente o no existía en lo absoluto. Abres tu corazón sabiendo que hay una oportunidad de que sea dañado, y en la apertura de tu corazón, experimentas el amor y la alegría que jamás habías creído posible. Te hallarás tan vulnerable y comprenderás que esa es la única forma de sentir el verdadero placer. Sabes que tienes un amigo verdadero y, posiblemente, un alma gemela, que se quedará contigo hasta el final. La vida luce completamente diferente y emocionante.